Ya han comenzado oficialmente los meses de frío. Meses en los que, además, solemos pasar la mayor parte del tiempo en casa. Por eso, si estás pensando cómo mantener tu hogar lo más cálido posible, en Aliseda Inmobiliaria te contamos qué chimenea es mejor para ti. Queremos repasar contigo los principales tipos de chimeneas que existen en el mercado para que puedas elegir el más adecuado.
Como ya sabemos, y gracias a los avances tecnológicos, actualmente la instalación de una chimenea no requiere una inversión tan elevada como años atrás. Ocurre lo mismo con el espacio, ya que tan solo hace falta disponer de unos pocos metros para instalar nuestra chimenea. De esta manera, ya sabemos también que vivir en un apartamento en la ciudad o en una casa pequeña no nos impide renunciar a nuestro sueño de tener una chimenea.
Pero como toda chimenea requiere una instalación, antes de decidirnos por una u otra conviene pensar a largo plazo y tener en cuenta estos aspectos fundamentales.
Calcular el espacio disponible:
Calcular el espacio con el que contamos en nuestro hogar se antoja indispensable, pero lo cierto es que, en ocasiones, no se tiene en cuenta. Por ello, si vamos a instalar una chimenea debemos calcular el total del espacio del que disponemos y estudiar las dimensiones de la habitación, así como la ubicación en la que queremos instalarla. Se aconseja acudir a profesionales para la toma de esta decisión.
Por otra parte, también hay que saber que una chimenea debe contar con un conducto de humos. Esto no supone ningún problema, ya que siempre puede crearse desde cero. Solo debemos disponer de espacio y, eso sí, de un mayor presupuesto.
¿Qué tipo de chimenea es mejor para tu casa?
En la actualidad existen muchos tipos de chimenea que se adaptan a todas las necesidades. Estas suelen estar categorizadas dependiendo de su tipo de combustión.
Por otra parte, en cuanto al diseño, lo cierto es que la innovación tecnológica ha dado lugar a muchas posibilidades: encontramos las chimeneas incrustadas en la pared, las móviles, las cerradas, las abiertas e incluso las hay que cuelgan del techo.
Chimeneas de leña:
Son las chimeneas más clásicas, no tienen cierre y requieren de un atizador para avivar el fuego. Además de ser las chimeneas más elegidas por excelencia, este tipo guarda un componente estético importante pero no es el más eficiente, ya que su calor se escapa fácilmente y supone un gran gasto en leña.
Es importante destacar también la importancia de la limpieza en estas chimeneas, ya que los residuos que generan han llegado a considerarse nocivos para nuestra salud.
Chimeneas de gas:
Se trata de chimeneas que, en lugar de leña, emplean una llama piloto y gas, siguiendo el mismo funcionamiento que los fogones tradicionales de la cocina.
La ventaja de este tipo de chimeneas es que no genera apenas residuos, pero suele tener, como inconveniente, un precio más elevado. Además, estas no mantienen el calor cuando no se encuentran en uso.
Chimeneas de bioetanol:
Este tipo de chimeneas son las más limpias y respetuosas con el medio ambiente y, como sucede con las chimeneas de gas, no generan humo. Eso sí, el bioetanol emite entre un 40% y 80% menos de gases de efecto invernadero.
Chimeneas eléctricas:
Este tipo de chimeneas no requieren de obra ni de conductos de gas, ya que basta con conectarlas a la red eléctrica. Su precio depende, por lo tanto, del precio de la electricidad del hogar.
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